Seleccionar las piezas adecuadas pueden marcar la diferencia tanto a nivel estético como funcional.
Cuando se va a reformar un cuarto de baño, sobre todo se buscan dos cosas. Por una parte, hacer de este espacio de la casa un lugar más atractivo, que decore y sea agradable a la vista tanto si solo se observa como si se piensa utilizar. Por otro, que sea un espacio funcional y práctico en todos los sentidos.
La grifería del baño puede contribuir en gran medida a lograr estos dos objetivos. De hecho, si no se acierta con la elección, todo lo que se ha invertido en la reforma puede que no dé el resultado deseado. Por ello es importante escoger los elementos adecuados.
Mucho más que un grifo
Aunque evidentemente la grifería cumple una función, a la hora de decorar es fundamental elegir bien. Hay que tener en cuenta que podemos encontrar con ella en todas las zonas del baño: desde el bidet hasta el lavabo, pasando por la bañera o el plato de ducha, dependiendo de lo que hayamos elegido o cómo lo reformemos. Una ducha empotrada puede hacer que un cuarto de baño parezca más vanguardista, e incluso dar la sensación de que hay más espacio en él.
Elegir según la colocación
Hay tres formas de colocar la grifería, y dependiendo del estilo o incluso del presupuesto que manejemos, se puede escoger entre uno u otro.
En primer lugar están los que se colocan sobre una repisa, muy habituales en lavabos, bañeras y bidets. Su instalación es relativamente sencilla y hay modelos muy variados. Desde grifos con estilo vintage hasta monomandos futuristas para baños muy modernos.
El grifo empotrado se ha puesto de moda en los últimos años. La instalación de estos se debe ajustar a las medidas del baño y permiten cambiar los elementos cerámicos sin necesidad de tocar el grifo, ya que este sale de la pared. Su potencial decorativo es innegable y están marcando tendencia.
La grifería de instalación mural es la más habitual en la zona de la bañera. Destacan por ser muy fáciles de instalar y de cambiar cuando sea necesario.
Según los acabados
También en este sentido podemos distinguir tres tipos de grifería, y cada una de ellas se adapta mejor a un estilo decorativo.
La grifería con acabado mate es muy práctica para evitar las huellas. De este modo no hay que estar todo el rato repasando el baño para que esté perfecto.
Los acabados más habituales son los cromados, que están presentes desde el lavabo hasta los rociadores de ducha. Son muy resistentes a la humedad, por lo que no se oxidan. Además, su limpieza es muy fácil, ya que basta con pasar un paño para verlos brillar
La grifería brillante es muy llamativa y destaca por su efecto decorativo. El punto menos positivo es que hay que limpiarla muy a menudo, ya que cualquier huella o resto de agua hace que tenga un aspecto descuidado.
Por el tipo de accionamiento
Dependiendo del estilo del baño, la forma de accionar el grifo también puede influir. Algunos además permiten ahorrar agua, con lo que se consiguen varias ventajas.
La grifería con temporizador cuenta con un pulsador, que permite el paso del agua durante un tiempo concreto. De este modo se evita dejarse alguno abierto y desperdiciar agua. Otros pueden tener un sensor que se activa solo cuando alguien se acerca a él. Normalmente se usa en baños públicos, aunque se empiezan a ver también en espacios privados.
La grifería con mango extraíble ocultan la goma que va del grifo a la salida de agua. Se puede encontrar en duchas y modelos de grifo empotrado bidet, y facilitan dirigir el chorro de agua.
Los grifos monomando son muy comunes en baños domésticos. Son fáciles de manejar, ya que solo hay que levantar y girar a un lado u otro dependiendo de la temperatura y el caudal de agua que se quiera tener.
El grifo bimando se compone de un caño y dos manillas, una para agua fría y otra caliente, a cada lado. Son los que se usan normalmente en baños con estilo rústico o retro.
En el caso de la grifería termostática, uno de los mandos controla el caudal del agua, y el otro ajusta la temperatura, manteniéndola siempre óptima aunque se abran otros grifos en la casa.
Después de conocer un poco más acerca de estos elementos tan importantes en el baño, solo queda escoger el que mejor se adapta a tus gustos y necesidades.
