El presidente de Francia, Emmanuel Macron, avanzó hoy su intención de que para 2020 una ley permita instaurar una «renta universal de actividad» que fusione diferentes subsidios y simplifique el sistema para garantizar a todos un «umbral mínimo de dignidad», del que no precisó la cuantía.
En la presentación de la estrategia nacional de prevención y lucha contra la pobreza, subrayó su deseo de agrupar «el mayor número posible de prestaciones», que incluirán para los beneficiados «derechos y deberes suplementarios».
Así, un beneficiario no podrá rechazar «más de dos ofertas razonables de empleo» adaptadas a su situación.
«Los parámetros serán los mismos para todos, perfectamente inteligibles, y al fusionar el mayor número posible de prestaciones sociales podrán garantizar un umbral mínimo de dignidad a quienes lo necesitan», añadió.
De acuerdo con su concepción, el nuevo sistema será más justo y tendrá un impacto positivo en la confianza de los ciudadanos porque no habrá competencia entre prestaciones, que en la actualidad dependen de criterios diferentes.
En paralelo, el Estado quiere aumentar sus esfuerzos para ayudar a aquellas personas que teóricamente tienen derecho a las distintas prestaciones pero no las piden por desconocimiento o por la complejidad burocrática.
«No es un plan de caridad, porque se trata no de vivir mejor en la pobreza, sino de salir de ahí», dijo sobre un proyecto al que, según ha detallado el portavoz gubernamental, Benjamin Griveaux, se dedicarán en total 8.000 millones en cuatro años.
El Ejecutivo calcula que en el país hay unos 9 millones de pobres, incluidos tres millones de niños. Su estrategia se centra en la prevención de la precariedad, especialmente entre los menores y los jóvenes, y en favorecer la autonomía a través del empleo.