Las acciones de Telefónica pierden más de un 1,5% de su valor en el inicio de la sesión de Bolsa del miércoles, arrastrada por un recorte drástico en las previsiones de precio en el mercado de la operadora española por parte de JPMorgan.
Las acciones de Telefónica en Bolsa han iniciado la sesión de hoy miércoles con una caída superior al 1,5%, arrastradas por una drástica rebaja en las previsiones de precio en Bolsa de la compañía por parte de JPMorgan.
El banco estadounidense ha reducido su precio objetivo sobre Telefónica un 27%, desde los 8,5 hasta los 6,2 euros por acción. JPMorgan recortó en septiembre de 2017 su precio objetivo hasta los 10,5 euros; el pasado mes de junio rebajó sus expectativas hasta los 8,5 euros, ha adelantado esta mañana el diario Expansión.
A las 10 de la mañana, Telefónica perdía en Bolsa cerca del 2%, alcanzando un valor de mercado de 34.650 millones de euros. La caída de hoy sitúa a la operadora por valor de cotización por debajo del grupo Amadeus, cuyo valor en Bolsa se acerca a los 34.900 millones de euros, superior incluso al del segundo mayor banco español, BBVA (con un valor en Bolsa cercano a los 34.550 millones).
La nueva valoración otorgada por JPMorgan es la más baja de las emitidas en los últimos tiempos sobre la compañía española de telecomunicaciones. El valor de Telefónica en Bolsa se ha visto sacudido en las últimas semanas por la crisis económica en Argentina, situando el valor de la acción de la operadora española por debajo de los siete euros, un precio que no se veía desde hace 15 años.
Argentina es uno de los principales mercados de Telefónica en Sudamérica, que supuso en el primer semestre del año el 6% de sus ingresos mundiales. La compañía española tenía previsto sacar a cotizar su división argentina en Nueva York este año, pero aparentemente la situación del país ha puesto en cuarentena dichos planes.
El presidente de la multinacional española, José María Álvarez-Pallete, dijo el martes en un coloquio organizado en la Universidad de Deusto en Bilbao que la cotización del grupo estaba siendo castigada por la mala percepción de los inversores sobre el sector en general. «No nos resignamos ni nos conformamos porque lo que estamos construyendo es una compañía de telecomunicaciones para los próximos 20-30 años y consideramos que la compañía hoy es mucho más fuerte que lo que era hace cinco o diez años», comentó.