Entre los dos tienen más de cuatro millones de seguidores en Instagram, y no necesitaban comprar ninguno de ellos. Omar Ayuso y Arón Piper se lo deben a Élite (o Elite), la serie producida por Netflix que se ha convertido en un fenómeno global, y cuya segunda temporada fue lanzada en la plataforma de streaming a principios de este mes. Su fama mundial les ha visto terminar con más seguidores en línea que residentes en su ciudad natal de Madrid.
El programa sigue a tres amigos de la clase trabajadora – Samuel, Christian y Nadia – que consiguen becas para una escuela privada exclusiva. Omar Ayuso interpreta a Omar, que es el hermano secretamente gay de Nadia. En la primera temporada, inicia una relación con Ander, interpretado por Arón Piper, hijo del director de la escuela.
Nuevos roles
Omar tiene 19 años, Arón 22. Los fans no sólo aman su relación en pantalla, sino también su amistad fuera de pantalla. «Besar a alguien que no soporto sería insoportable», dice Omar. Pasan más horas trabajando juntos que con cualquier otra persona, pero aún no se han cansado el uno del otro. «Imaginamos que nos gustaría nuestra historia, pero no nos imaginamos que causaría tanto impacto», admite Arón, y ambos siguen adaptándose a su nuevo estatus de celebridad. «La fama es algo extraño», añade Omar. Pero dice que son sus amigos los que lo justifican. «Me anclan. Son los más críticos conmigo». Reitera Arón: «Mis amigos de toda la vida me han ayudado mucho. Ellos y mi familia son fundamentales».
Tiempo intenso juntos
El madrileño Omar se mudó de casa hace unos meses. «Vivo en el centro, en un apartamento compartido.» Antes de eso, vivió en Manzanares el Real, un pueblo del norte de la Comunidad de Madrid. Arón ya está acostumbrado a vivir solo. «He sido independiente desde que tenía 18 años, pero aún estoy en el proceso de convertirme en adulto.» Filmar cada temporada de Élite lleva ocho meses. Tan pronto como terminaron la segunda serie, empezaron a trabajar en la tercera, y siguen rodando. Comparten un grupo muy activo de WhatsApp con el resto del reparto. «En la primera temporada tuvimos el síndrome del campamento de verano y estuvimos juntos todos los fines de semana. No tanto ahora, pero eso es normal», explican. «Nuestra vida no es como en Élite.»
Llamadas anticipadas
Omar está estudiando comunicaciones de radiodifusión. Comenzó sus estudios antes de trabajar en Élite y todavía asiste a la universidad. «Voy siempre que puedo. La semana pasada me las arreglé para encajar todo y no me perdí ni un día de clase». Pero en el futuro le gustaría estar al otro lado de la cámara. «Siempre he querido ser actor, pero después de ver Bad Education, de Pedro Almodóvar, descubrí el cine desde el punto de vista del director. Desde entonces he querido crear, dirigir y contar mis historias». Escribe sin parar. «Realmente disfruto haciéndolo, pero luego lo leo al final y pienso que no vale nada.» Arón interpretó al hijo de la actriz Maribel Verdú en la película de Gracia Querejeta 15 años y un día. A los 14 años no sólo fue el protagonista de la película, sino que también escribió la canción de rap al final de la película, que fue nominada a un premio Goya, el equivalente español de los Oscar. «Además de querer ser actor, de niño empecé a componer, pero me falta valor para compartirlo con los demás. La música es algo muy personal», explica.
Noches sin fin
En la segunda temporada del espectáculo hay más fiestas que en la primera. Hace un año también se veía a los actores ir de fiesta en fiesta en la vida real, pero hoy en día esto sucede mucho menos a menudo. «Al principio iba a cualquier evento al que me invitaban porque era nuevo», dice Arón. Omar está de acuerdo. «Lo mismo me pasó a mí, pero me di cuenta de que no me gustaba ir a ciertos tipos de fiestas.» Optan por no decir adónde les gusta ir, de modo que puedan seguir haciéndolo sin ser molestados. «Soy completamente nocturna. Me gusta mucho la noche, es cuando mi cerebro está activo», admite Arón. «Prefiero el día, pero la noche también es genial. Especialmente las noches en Madrid», dice Omar.
Madrid como televisor
La serie de ficción, dirigida por Dani de la Orden y Ramón Salazar, está ambientada en un lugar indeterminado. «Madrid no se habla de ella, sino que se la ve». En la segunda temporada es fácil identificar el exterior de la discoteca a la que van los personajes -antes Pachá, ahora Teatro Barceló-, así como el edificio Metropolis y la Gran Vía, visto desde la azotea del Hotel Principal. Las escenas exteriores de su escuela de ficción, Las Encinas, están rodadas en la Universidad Europea de Madrid, en Villaviciosa de Odón. Todos los interiores (clases, vestuarios y otros) se graban en un plató. El embalse que se repite en la primera temporada es Los Arroyos, en El Escorial. El municipio ficticio donde se desarrolla parte de la acción, San Esteban, se rueda en San Lorenzo de El Escorial, Collado Villalba y Guadarrama, donde se encuentra la frutería que dirige Omar. «Rodar en el centro de Madrid lo complicaría todo», coinciden.
Genética y tatuajes
Contrariamente a lo que uno podría pensar, los niños no pasan largas horas en el gimnasio. «Soy muy delgado, no he ido al gimnasio en cuatro o cinco meses», admite Arón. Lo mismo vale para Omar. «Me uní al gimnasio en septiembre del año pasado. Y lo he hecho dos veces.» Omar tiene un tatuaje en la mano de dibujos de Ricardo Cavolo. «Llevé varios de sus dibujos a un artista de tatuajes. Tomó una llama de uno, un ojo de otro y la lágrima de otro. Lo armó y se lo tatuó». También tiene una corona de olivo en el brazo, el título de una canción de Blondie (Corazón de vidrio) en el pecho y un 19 en la mano. Arón también tiene varios tatuajes esparcidos por todo su cuerpo. «Algunos tienen más significado, otros son más estéticos.» Entre ellas, destaca una M. «Es para mi padre y mi madre. Es la inicial de sus nombres». También tiene un corazón que llora. «Simboliza cuánto me ha ayudado el llanto en la vida.»
Aficionados inesperados
Los aficionados les escriben desde todos los países y en todos los idiomas. «Es una locura. Nos escriben más desde Italia, Brasil, Argentina o México que desde España….» Hay fans de élite a los que no te imaginas, incluso a los que a los chicos les cuesta creer, como «Frank Ocean». Y no es el único: Ricky Martin, estrellas del fútbol como Neymar y Marcelo, y muchos actores y directores, entre ellos Carlos Vermut, han compartido su entusiasmo por el espectáculo. «¡Nunca imaginamos algo así!»
Posibles películas
Mientras continúan con Élite, los dos actores sueñan con su futuro. «Me encantaría que[el director español] Fernando Franco me llamara para ir con[la actriz] Marian Álvarez a rodar una película en un pueblo perdido de Asturias», dice Omar. Y aparte de eso, «sería un sueño trabajar con[el director estadounidense] Ryan Murphy o[el director italiano] Paolo Sorrentino». Arón prefiere no dar nombres. «Me gustan mucho las películas hechas en España, pero las que más me gustan no siempre llegan a las carteleras. Además, me encantaría hacer películas en Francia, Alemania o el Reino Unido. No tengo a Hollywood como meta».