Tanto la ciencia como la medicina natural se mantienen en constante evolución para ofrecer los últimos avances, y un vivo ejemplo de su esfuerzo ha sido el protagonismo que le han dado a la planta de cannabis, pues para nadie es un secreto que los antecedentes penales de esta planta tienen pisoteada su credibilidad. Sin embargo, entre el centenar de cannabinoides que forman parte de su composición natural, los que gozan de mayor popularidad son el Tetrahidrocannabinol (THC) y el Cannabidiol (CBD), en esta página puedes conocer más detalles de este compuesto. Ahora bien, a pesar de ser familia directa, ambos se enfrentan, y la batalla deriva de su acción sobre el organismo.
Es bien sabido que el THC es una de las sustancias más polémicas desde el punto de vista legal, y su mala fama se debe al famoso efecto “colocón” que produce su consumo; en este caso, el compuesto altera el sistema nervioso central desencadenando una respuesta eufórica que compromete el comportamiento y el estado cognitivo de la persona. Por su parte, el CBD actúa sobre el mismo sistema nervioso, pero en este caso, no tiene efectos psicotrópicos ni psicoactivos, es decir, tiene un efecto sedante que ofrece la sensación de calma y tranquilidad, pero no influye sobre la consciencia o la percepción de la realidad.
Relación del aceite de CBD con la pérdida de peso
Las propiedades y beneficios del aceite de CBD están ampliamente documentados en diversos ensayos clínicos que por lo general se han enfocado en reconocer su participación en la lucha contra el estrés, la ansiedad, los dolores musculares o el insomnio, entre otros. Sin embargo, un nuevo enfoque está dando de qué hablar, se trata de su participación en la pérdida de peso. Ahora bien, muchos podrían estar en desacuerdo con esta idea, y es que, como parte de la cultura general, es bien sabido que el THC es uno de los compuestos que genera ansiedad y apetito voraz luego de su consumo, por tanto, es difícil pensar en que le CBD no cause el mismo efecto, que sin lugar a dudas, no contribuye en lo absoluto con la pérdida de peso. Lo cierto es que el CBD, suprime el hambre voraz, pues ofrece un efecto saciante impidiendo que el individuo sucumba ante los atracones de comida, por tanto, se mantiene bajo control la ingesta de alimentos.
Por si fuera poco, el consumo de aceite de CBD es rico en nutrientes indispensables para el organismo y que mantienen a raya la ansiedad desesperada por la comida; además, este compuesto natural incide favorablemente sobre el tejido adiposo. Este panorama ha sido motivo de estudios donde se ha evidenciado que el CBD interactúa sobre las grasas doradas presentes en el organismo y que contribuyen a quemar calorías para ser usadas como fuente de energía. El consumo continuo de aceite de CBD estimula el proceso del organismo para quemar las calorías e interfiere en la formación de nuevo tejido adiposo, todo este proceso favorece la pérdida de peso.
¿Cómo consumir aceite de CBD?
Este formato es uno de los más sencillos para ser incorporado en la vida diaria, pues es muy fácil de integrar con las ensaladas, ya sea directamente o en forma de aderezo, también puede ser incluido a los batidos, preparaciones horneadas o postres, sin duda, es muy versátil. En cuanto a las dosis, es necesario que se consulte con el especialista a fin de poder usar la cantidad adecuada en función de los requerimientos de cada individuo. En líneas generales, se suele iniciar con las dosis más bajas para verificar que el organismo tolere al compuesto de forma satisfactoria, si no se observan reacciones desfavorables, el especialista podrá aumentar la dosis de forma progresiva hasta dar con aquella que sea capaz de satisfacer por completo las necesidades de la persona. Tanto el aceite de CBD como otros formatos de presentación pueden adquirirse en farmacias, herboristerías o supermercados, también a través de una sencilla compra en línea en tiendas especializadas como Justbob, reconocidos en el mercado europeo por comercializar productos de calidad garantizada.