Las joyas son un modo de expresar tu estilo. Para muchos, incluso trasciende esta motivación y llegan a convertirse en una representación única de la personalidad. No es posible negar lo divertido que resulta llevar un collar o brazalete que esté en tendencia o un par de aretes grandes y modernos. Las tendencias pasan rápido, por lo que comprar una pieza de moda menos costosa para usarla en un corto lapso de tiempo, en lugar de una joya fina, podría ser una buena opción.
Pero cuando se busca una pieza duradera y de alta calidad, hay que saber lo que se está comprando. Es en este punto donde el proceso se complica, ya que se deben conocer ciertos factores para estar seguros de lo que vamos a adquirir.
¿Cómo saber si un anillo de granate tiene la claridad y el brillo adecuado? O por ejemplo, ¿cómo distinguir las piedras preciosas o los distintos tipos de oro? En joyería México Chronos podemos conocer de cerca de qué va todo esto y estar seguros de estar comprando una joya preciosa de alta calidad y confeccionada bajo los estándares adecuados.
El secreto de la joyería fina no es un tema sencillo. Puede que no todos seamos joyeros formados, pero hay profesionales que pueden ofrecernos una orientación adecuada y conocimientos sobre los detalles que se pasan por alto fácilmente al comprar joyas finas.
Miras pues, los consejos provenientes de expertos sobre cómo comprar joyas finas.
Conoce los metales
Seguramente tienes una idea clara del color de metal que prefieres, pero hay muchas formas en las que este puede reformarse y colorearse.
La plata
Las joyas de plata de ley tienen un hermoso brillo blanco. Se puede pulir y conseguir un deslumbrante brillo, pero como es de saber, este material se empaña cuando se expone al aire por mucho tiempo. Es por eso que vemos algunas joyas de plata con detalles oxidados y que le dan un aspecto ennegrecido y rústico.
En ocasiones, la plata se recubre de rodio que es un metal relacionado con el platino. Este no se empaña y le otorga un aspecto más sofisticado a las joyas de plata simple.
El oro
El oro en joyas y piezas especiales como los relojes de Peyrelongue Chronos son apreciados por su clásica belleza. El oro puro tiene 24 quilates. El de 14 tiene 14 partes de oro y 10 de aleación, mientras que el de 18 corresponde a la misma relación.
Cuando proviene de la tierra el oro es amarillo, pero este se alea para hacerlo más fuerte y en algunos casos cambia su color. El cobre y el zinc son los metales utilizados para la aleación, lo que ayuda a que su color se mantenga y se haga más fuerte.
Este metal es uno de los más fáciles de mantener, ya que se puede pulir para que siempre mantenga su brillo. Entre los más populares encontramos el oro rosa y el amarillo. El blanco, en este caso es aleado con níquel, pero en muchos casos es chapado en rodio para conseguir un brillo más nítido.
El platino
El platino es un metal blanco extremadamente denso. Cuando se utiliza en joyería, es el metal precioso más puro. Es pesado, por lo que es más caro que el oro. Como todos los metales preciosos, se vuelve opaco con el uso, pero puede volver a cobrar vida con un pulido intenso.
El tratamiento de las piedras preciosas
Saber si una piedra preciosa ha sido tratada y cómo es esencial, ya que las que han sido calentadas suelen tener un color y una claridad más vibrante que las que no han sido sometidas a ese tratamiento. Las esmeraldas, por ejemplo, se aceitan para rellenar algunas grietas naturales que tienen. Los rubíes se pueden calentar o rellenar con vidrio para mejorar su color y claridad.
Lo importante de esta información es que cualquier tipo de tratamiento que haya recibido la piedra debe ser revelado a los compradores, de allí se genera la ventaja de acudir a una joyería de confianza. Siempre se debe preguntar sobre el tratamiento y el cuidado de las gemas para disfrutar una joya fina durante muchos años.