La rehabilitación o restauración de edificios es una cuestión que atañe a toda clase de estructuras. Los edificios presentan una mayor o menor durabilidad establecida por la condición y calidad de sus materiales, así como por el grado de resistencia que ofrezcan ante el deterioro ocasionado por toda clase de agentes. De este modo, la rehabilitación o restauración de edificios se hace imprescindible para presentar un óptimo estado y pasar satisfactoriamente la ITE (Inspección Técnica del Edificio).
¿En qué consiste la rehabilitación de un edificio?
La rehabilitación de un edificio implica todo tipo de actividades, de índole constructivo, para mantener y mejorar factores como:
La Seguridad
Existen construcciones que debido al paso del tiempo u otros factores presentan importantes desperfectos con un alto riesgo de derrumbamiento o que precisan ser reforzados en estructuras y cimentaciones.
Instalaciones obsoletas
Se puede dar el caso que las instalaciones hayan quedado obsoletas para la función que desarrollan en la actualidad y que, a su vez, no cumplan con las normativas vigentes sobre edificios. En tal contexto, la instalación eléctrica debe adaptarse a la reglamentación de baja tensión, por lo que es preciso realizar una renovación, como las que se llevan a cabo en la rehabilitación parcial de un edificio.
El acceso
Mejorar la accesibilidad en edificios o fincas mediante la adaptación de un sistema elevador, un ascensor o una rampa facilita el acceso, desde la parte exterior o interior, a personas con problemas de movilidad.
Consumo energético
Instalar paneles de carácter aislante o métodos de cerramiento hermético sirven como sistema de protección tanto para altas como bajas temperaturas, así como para ahorrar energía. Estas instalaciones se conocen como rehabilitación energética y se llevan a cabo en la rehabilitación parcial o total de un edificio.
Zonas comunes
Adaptar y establecer unas dimensiones adecuadas de las zonas comunes permite una mejor habitabilidad de estos espacios, así como un mayor aprovechamiento de factores como la luz natural.
¿Cuántos tipos de obras podemos realizar en un edificio?
En ese sentido, a la hora de acometer una obra en un edificio se puede tratar de: una conservación, una rehabilitación, una restauración o una consolidación.
Obra de conservación
Son aquellas obras cuyo propósito es conservar el edificio en óptimas condiciones en aspectos como la higiene, la habitabilidad, el confort y la ornamentación, sin necesidad de modificar sus cualidades morfológicas.
Obra de rehabilitación
Son obras en las que la distribución del edificio es modificada, así como sus cualidades morfológicas y la distribución interior. De este modo, se mejora el confort, la seguridad y la higiene, principalmente, en edificios longevos, con años a sus espaldas.
Obra de restauración
Las obras de restauración se llevan a cabo en edificios o zonas concretas de estos, como la fachada, con el propósito de devolverle su apariencia original.
Obra de consolidación
Es tipo de obras sirven para afianzar, reforzar o sustituir componentes deteriorados que garanticen la estabilidad y seguridad del edificio, con la posibilidad de alterar o modificar ligeramente parte de la estructura o de su distribución.