Tener conocimientos en otras lenguas será realmente útil para obtener oportunidades, tanto sociales como laborales. Por suerte, hoy en día existen numerosas herramientas que pueden ayudarnos a aprender idiomas.
Es sabido que tener conocimientos de otros idiomas puede abrir muchas puertas. El inglés, el español o el francés, por ejemplo, son algunos de los más usados en todo el mundo.
Por lo que además de divertido, puede ser realmente beneficioso manejarlos con docilidad. Es cierto, de todas maneras, que el proceso de aprendizaje no es igual para todos.
Afortunadamente, hoy en día, existen muchas maneras de aprender idiomas de manera sencilla y entretenida. Las posibilidades se han ensanchado para adaptarse a las necesidades, recursos y tiempos de cada persona, y han ido apareciendo nuevas herramientas, sobre todo con el uso creciente de las tecnologías.
Maneras divertidas y efectivas
En primer lugar, aprender un idioma requiere de cierta organización, especialmente si se quiere llevar un ritmo intensivo o alcanzar buenos resultados en cortos períodos de tiempo.
Por ello, podría ser muy útil establecer los objetivos y en base a eso estructurar un plan de estudio. Parecerá difícil al principio, pero lo cierto es que con voluntad y cierta disciplina puede lograrse fácilmente.
Una vez se hayan esclarecido los objetivos, se puede proceder con el estudio. Éste consiste en un proceso de observación constante. Mientras estás aprendiendo un idioma, todos tus sentidos comienzan a enfocarse en él, por lo que irás acostumbrándote a ciertos estímulos.
Actualmente, una de las herramientas que más aportan al aprendizaje de los idiomas son las series de televisión y las películas. Éstas se han convertido en un instrumento casi fundamental para la interiorización de otras lenguas.
En sitios como libertyland hay disponibles películas en francés, por lo que puede servir como ejercicio para aprenderlo. Su catálogo abarca todos los géneros, incorporando muchos de los títulos más novedosos de los últimos meses. Esto ayudará a que la película que quieras ver, se encuentre en este idioma para poder aprender mientras disfrutas.
El ver una película entonces requerirá el doble de atención, ya que tu cerebro empezará a habituarse a una concentración plena en las palabras que oyes, sus sonidos y significados.
Puedes tener una libreta a tu lado, e ir anotando las palabras que más te llaman la atención o cuyo entendimiento te supone una mayor dificultad. De esta manera, irás creando tu propio glosario, y aprendiendo las palabras, términos y expresiones básicas del idioma.
Ponerlo en práctica
Una vez que empieces a crear tu propio diccionario, será necesario que lo pongas en práctica. Para ello, puedes conversar con otras personas en el idioma que estés aprendiendo.
Escribir también te será útil, ya que puedes iniciar con oraciones cortas, para ir luego progresando a párrafos, y eventualmente a textos más largos. Esto te ayudará a aprender la conjugación de los verbos, la construcción gramatical de las oraciones y el uso de los términos más comunes.
Si no tienes con quien practicar, puedes acudir a una academia o a clases particulares. Usualmente durante estas clases sólo se habla el idioma en cuestión, para incentivar a los estudiantes.
El hecho de que la única opción sea hablar en ese idioma potencia la actividad cerebral y acostumbra a la mente a pensar y generar respuestas cada vez más rápidas.
Es probable que, al principio, cueste un poco de trabajo manifestar respuestas inmediatas, así como puede ser que la pronunciación no sea la mejor. Es una parte absolutamente normal del proceso, por lo que será necesario tener paciencia. Poco a poco, podrás ir llevando conversaciones más espontáneas, escribiendo con mayor agilidad, y comprendiendo lo que escuches más fácilmente.
Incluso, llegará un momento en el que puedas ver tus series y películas favoritas sin subtítulos, y leer libros o revistas en la lengua que hayas elegido. Como con todo, el ejercicio es fundamental y en este caso, nunca dejarás de aprender. Cada evolución, pequeña o grande, te llevará a un manejo más fluido del idioma.