El actor y cantante de tangos argentino Juan Rafael Pacífico Dabul, más conocido como Juan Darthés, apareció en 2016 en una campaña institucional contra la violencia de género. «Si te dice que no, es no», decía en el anuncio Matías Mayer antes de que Darthés pusiese como ejemplos de violencia «un insulto, un empujón». Dos años después, el intérprete, conocido por sus papeles de galán, acaba de ser denunciado ante la justicia de Nicaragua por presuntamente protagonizar una de las formas más extremas de violencia contra la mujer: la violación a una menor. Otras tres actrices lo habían acusado previamente de acoso.
Darthés nació en la ciudad brasileña de Sao Paulo en 1964 en una familia de artistas. Su madre era actriz y su padre, cantante y actor, una doble faceta que él continuó. Su carrera actoral comenzó en los años ochenta en la televisión con papeles cada vez más grandes en series como Gasoleros, Soy Gitano y Culpable de este amor.
En 2007, lo llamaron para formar parte de la serie juvenil Patito feo, que se convirtió en un éxito continental y llevó a sus actores de gira por varios países latinoamericanos. Darthés era el único adulto de un elenco en el que estaban Brenda Asnicar y Thelma Fardín, entre otras actrices adolescentes. Arropada por decenas de colegas, Fardín contó ayer en rueda de prensa que tenía 16 años cuando el actor, entonces de 45, la violó en un hotel de Nicaragua.
Fardín guardó silencio durante nueve años, en los que Darthés encadenó papeles televisivos como protagonista en Los ricos no piden permiso y Dulce amor. En esta última trabajó con Calu Rivero, la primera que se atrevió a alzar la voz contra él, en 2017. «Yo estaba en mi lugar de trabajo, era mi primer protagónico, el mejor momento de mi carrera. Allí, en un set de grabación, bajo el ojo de la cámara, empezaron sus excesos inapropiados, que no eran parte del guion», relató Rivero.
Parte de la sociedad argentina puso en duda el relato de Rivero. Darthés negó con vehemencia la acusación e inició un juicio por daños y perjuicios contra ella que aún está en curso. El actor también se puso a la defensiva con las otras dos actrices que lo señalaron poco después, Ana Coacci y Natalia Juncos.
Ninguno de los tres testimonios puso en riesgo su carrera. El cuestionado actor siguió viviendo en el lujoso barrio de Nordelta, a las afueras de Buenos Aires, y la productora le ofreció un nuevo papel protagonista en Simona. En esta serie tenía un papel de padre/tío con dos protagonistas adolescentes y fue leído por los críticos como un lavado de imagen. Su fama televisiva lo beneficiaba también para llenar teatros con sus espectáculos de tango.
La denuncia de Fardín lo cambió todo. Darthés lo negó y aseguró que se trataba de «una locura». Pero decenas de celebridades, políticos e incluso el presidente argentino, Mauricio Macri, se han hecho eco del caso en las últimas horas con mensajes de repudio. El actor ha sufrido escraches por parte de los vecinos de su barrio, que han pedido que se vaya a vivir a otro lugar. El actor está encerrado en su casa, después de haber sido atendido en una clínica privada por un exceso de presión.
El testimonio de Fardín ha arrojado luz también sobre las que hablaron antes que ella y ha revelado que Darthés supuestamente repetía siempre el mismo guión. «Mirá como me ponés», le dijo a su compañera de Patito feo mientras le agarraba la mano y la apoyaba en su entrepierna la noche en la que la violó, según el testimonio de la actriz. «Mirá como me ponés», les había dicho antes también a Juncos y a Coacci, mostrándoles su erección. «Mirá como nos ponemos», le responden ahora las actrices al exigir el fin de la impunidad.