Cristóbal Holgado ha madrugado como todos los días. Tenía previsto abrir su bar, Casa Canuto, uno de los más conocidos y con mayor tradición de San Pedro Alcántara, perteneciente al término municipal de Marbella (Málaga), a las 10:00 horas.
Por eso hoy llegaba tempranito al Centro Cultural sampedreño, en la Plaza de la Libertad, donde le había tocado ejercer su voto. De hecho ha sido el primer votante de su mesa. Lo que no esperaba es que se tendría que quedar allí hasta bien entrada esta noche. Minutos antes, el vocal suplente de esa mesa salía pitando al comprobar que le iba a tocar quedarse porque el titular no había acudido. Cuando Holgado se acercó a la urna a depositar su voto la policía le comunicaba que no podía irse porque debía ocupar ese puesto. De nada le han servido las explicaciones que ha dado indicando que es el responsable de abrir su negocio.
Cargado de resignación ha terminado pidiendo un teléfono para avisar a su hijo. «Cuando me ha llamado no me lo podía creer, pero qué le vamos a hacer, es nuestra obligación estar allí y también en el negocio», explica Alejandro Holgado, hijo de Cristóbal, que ha tenido que adelantar su hora de entrada al trabajo en el bar familiar. «Hoy todo el que entra me pregunta por el tema», bromea. Casa Canuto tiene a sus espaldas 30 años de actividad con Cristóbal al frente, que peina ya 66 años.
Antes, el abuelo lo había regentado otros 30, de ahí la fama de este establecimiento y del hostelero, que hoy es protagonista en su pueblo. «Me imagino cómo estará. Es un hombre al que no le gustan mucho estas cosas, es una persona poco habladora. Hoy se va a perder su momento preferido del día, esa horita de doce a una que dedica a charlar con amigachos en el bar», indica su hijo, quien recuerda que cuando hace unos años le tocó a él estar en una mesa electoral «cumplí y estuve allí».